Entre las actividades a desarrollar con motivo de la inauguración de Crealab El Paso, celebraremos los 70 años de vida del espacio que albergó el antiguo «Cine Los Ángeles». Este homenaje se encuadra en la exposición «El Paso. Una historia de Cine» y se articula como un trayecto dinámico desde la historia previa a la hispanización del municipio hasta la actualidad más reciente, destacando tres periodos relevantes: La prehistoria, la historia contemporánea de la ciudad y el periodo comprendido entre 1953 y 1975 en el que el cinematógrafo estuvo operativo.

Ubicada en el mismo edificio que albergó el cine (ahora reconvertido en el Centro Socio Cultural Crealab El Paso), organizada por Confuzia Cultura y Educación en colaboración con Amy Producciones, desde el próximo viernes 8 de Abril y hasta el viernes 29 del mismo mes, disfrutaremos de la posibilidad de valorar algunas de las más relevantes piezas de la cultura benahorita con gran valor arqueológico, multitud de documentos, fotografías y textos relevantes sobre la historia del municipio, junto con numerosas piezas originales pertenecientes al patrimonio del antiguo cine. Entre ellas destaca el proyector original que, convenientemente restaurado, constituirá un genuino icono de la muestra rivalizando con petroglifos o vasijas anteriores a la edad del hierro.

En su espíritu subyace mostrar el proceso por el cual la ciudad de El Paso pasó de albergar asentamientos prehispánicos en la suavidad de sus laderas hasta convertirse en entidad local independiente en 1837 y que, culminando con la inauguración del Cine Los Ángeles a mediados del S. XX, sabrá capturar la atención del público. Un público que de una u otra manera conserva recuerdos y experiencias relacionadas con el espacio.

Como reivindicación de unas figuras poco habituales en El Paso del siglo pasado, la exposición subraya la labor de los promotores originales que pertenecieron a la rara extirpe de no emigrantes. Fueron carpinteros, constructores de muebles, artistas… un equipo que emprendió en un apasionante proyecto, no agrícola o ganadero, adquiriendo el terreno conocido como “Sitio o Cercado de Arriba” con la firme determinación de construir un cinematógrafo. Entretenimiento y cultura en estado puro.

Y como esencia del cine, la luz. Esa luz por la que vehicular representaciones en movimiento capaces de alterar nuestro ánimo y transportarnos a otros lugares, a otros tiempos, como le sucedió al primer público de los hermanos Lumière, sobresaltado por la llegada de un tren, o a ese pequeño Totó fascinado por todo lo que proyectaba la cabina de «Cinema Paradiso». Una luz tan especial en la isla de La Palma.

En el tramo intermedio de la exposición, la galería nos sorprende con una selección de fotografías, vídeos y documentos relevantes pertenecientes a colecciones privadas que nos permitirán, conocer con su elocuente tono sepia, la realidad de una sociedad pasense que tanto tiene para contarnos desde entrañables escenas de celebraciones, festejos y acontecimientos relevantes.

Entre los originales artilugios, mediadores de esas sensaciones de entretenimiento y costumbrismo, la muestra culmina con una linterna automática de 60 amperios, que ha sido restaurada para la muestra y que pertenece al proyector profesional de 35 mm que la empresa española OSSA comenzó a construir a finales de los años 20 del siglo pasado en Barcelona, logrando imponerse a los proyectores extranjeros existentes hasta entonces, de forma que en 1960 copaba el 90% del mercado de las salas de exhibición españolas, en muchas de las cuales aún se conservaban estos equipos cuando en 2010 comenzó la transición digital.